Demasiados minerales en el suelo son tan dañinos para la planta como cuando existe carencia de nutrientes. Por lo general, esta situación se desarrolla en el caso de sobrealimentación con fertilizantes y sobresaturación del suelo.
El incumplimiento de la dosis de fertilizantes, la violación del tiempo y la frecuencia de alimentación, todo esto conduce a un contenido excesivo de minerales.
En este sentido, veamos las consecuencias del exceso de nutrientes en el suelo:
- Hierro. El exceso de hierro es muy raro y suele causar dificultades en la absorción de fósforo y manganeso. Por lo tanto, los síntomas de un exceso de hierro son similares a los de una deficiencia de fósforo y manganeso: un tono oscuro y azulado de las hojas, cese del crecimiento y desarrollo de las plantas, muerte de los brotes jóvenes.
- Magnesio. Si hay demasiado magnesio en el suelo, el calcio deja de absorberse, respectivamente, los síntomas de un exceso de magnesio son generalmente similares a los síntomas de la deficiencia de calcio. Se trata de la torsión y muerte de las hojas, la forma curva y rasgada de la placa de la hoja, un retraso en el desarrollo de la planta.
- Cobre. Con un exceso de cobre en las hojas inferiores, más viejas, aparecen manchas marrones, posteriormente estas partes de la hoja, y luego toda la hoja, mueren. El crecimiento de las plantas se ralentiza significativamente.
- Zinc. Cuando hay demasiado zinc en el suelo, la hoja de la planta se cubre con manchas blanquecinas y acuosas en la parte inferior. La superficie de la hoja se vuelve irregular, posteriormente las hojas afectadas se caen.
- Bor. El contenido excesivo de boro se manifiesta principalmente en las hojas inferiores y más viejas en forma de pequeñas manchas marrones. Con el tiempo, las manchas aumentan de tamaño. Las áreas afectadas, y luego toda la hoja, mueren.
- Molibdeno. En el caso de sobreabundancia de molibdeno en el suelo, la planta asimila mal el cobre, por lo que los síntomas son similares a los de una deficiencia de cobre: letargo general de la planta, ralentización del desarrollo de los puntos de crecimiento, manchas de luz en las hojas.
- Manganeso. Un exceso de manganeso en sus características se asemeja a la inanición de magnesio de una planta: clorosis en hojas más viejas, manchas de diferentes colores en la placa de la hoja.
- Nitrógeno. Demasiado nitrógeno conduce a una rápida acumulación de masa verde en detrimento de la floración y la fructificación. Además, una sobredosis de nitrógeno en combinación con un riego excesivo acidifica significativamente el suelo, lo que a su vez provoca la formación de pudrición de la raíz.
- Fósforo. Una cantidad excesiva de fósforo interfiere con la absorción de nitrógeno, hierro y zinc, como resultado de lo cual se desarrollan los síntomas característicos de una deficiencia de estos elementos.
- Potasio. Si el suelo contiene demasiado potasio, la planta deja de absorber magnesio. Hay una desaceleración en el desarrollo de la planta, las hojas adquieren un color verde pálido, se produce una quemadura a lo largo del contorno de la hoja.
- Calcio. Un exceso de calcio se manifiesta en forma de clorosis intervenal. Esto se debe a que un exceso de calcio dificulta la absorción de hierro y manganeso.
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